Sincronía -

Si estás buscando un lugar que ofrezca coaching y servicios de calidad, entonces Sincronía podría ser justo lo que necesitas. Ubicada en , esta empresa se especializa en brindar clases online y requiere cita previa para atender a sus clientes.

Con una opinión media de 5/5 según Google My Business, Sincronía ha demostrado ser una opción confiable y efectiva para aquellos que buscan mejorar en diferentes aspectos de su vida. Además, ofrece servicios de coaching center y service establishment, lo que la convierte en una opción versátil y completa para sus clientes.

Una de las características más destacadas de Sincronía es su enfoque en el crecimiento personal y profesional de sus clientes. Su equipo de expertos trabaja estrechamente con cada individuo para ayudarlo a alcanzar sus metas y superar desafíos.

La ubicación de Sincronía es también una ventaja, ya que se encuentra en una zona accesible y fácil de llegar. Si prefieres tomar tus clases desde la comodidad de tu hogar, la empresa también ofrece opciones de clases online, lo que la hace aún más conveniente.

Para contactar a Sincronía, puedes visitar su página web o llamar al número de teléfono . Si estás interesado en obtener más información sobre sus servicios y cómo pueden ayudarte a alcanzar tus metas, te recomendamos programar una cita y ver por ti mismo la calidad y efectividad de sus servicios.

Opiniones de Sincronía

ÚRSULA LORENZO MIGUEZ

5/5

Conocí a Anahí en un tren de media distancia. Yo viajaba sin rumbo y lastraba un equipaje que ni yo misma reconocía. El tren carecía de faros, las vías estaban cruzadas y no había estaciones próximas. Cuando Anahí se sentó en el asiento de al lado, manteniendo la distancia de seguridad me dijo, no sabemos cuando durará el viaje, sin embargo, creo que merecerá la pena disfrutar el paisaje.

Gracias Anahí por haberme acompañado en este viaje de dobles direcciones, de estaciones que parecían que nunca llegarían y de maletas pesadas que finalmente se hicieron livianas. Llegaste con tus palabras victoriosas para abrir las cortinas de los vagones que en algún momento fueron lúgubres.

Recuerdo la despedida. Me miró a los ojos y me dijo: querida, este tren no tiene maquinista, solo tu puedes dirigir este convoy. Solo tu puedes elegir, aquí y ahora, dónde quieres ir y cuando quieres llegar.

Y no le faltaba razón.

Cuando la brújula indicó que había llegado a mi destino, descendí del tren y entendí que hay lugares a los que solo se llegan con constancia, presencia y mucha conciencia.

Gracias de nuevo Anahí, por enseñarme a oír mis sentimientos, abrazarlos y quererlos. Gracias por reconciliarme conmigo misma, por haberme acompañado en este viaje de aceptarme a mi misma.