Ana María Fuentes Alcañiz. Online y presencial. Moncloa-Aravaca. - Madrid, Madrid

Sandra S.

Ana es como un ángel para mi, fue quien me salvó del peor momento de mi vida, me ayudó a reconstruirme y a volver a disfrutar de cada día. Fueron 4 años de terapia porque había mucho trabajo por hacer, tarde demasiado en pedir ayuda, pero desde el primer momento que la vi sentí una confianza plena y su cariño y empatía hizo que mereciese la pena cada segundo que pase en su consulta; era mi día favorito de la semana, sentía que era un espacio seguro donde podía abrirme por completo sin que nadie me juzgase, solo me escuchase y ayudase. Me siento mejor que nunca y estaré eternamente agradecida. Ojalá todos pudiesen contar con una persona como tú, Ana, te quiero.

Isabel G.

Ana es una profesional excepcional, además de una persona cercana, encantadora, humilde y muy empática. Me ha ayudado muchísimo con problemas enquistados que padecía desde hace años. Además, no han sido necesarias una infinidad de sesiones, más bien al contrario.

isabel R. G.

Estuve trabajando con Ana durante casi tres años. Llegué a su consulta muerta de miedo y con una mente que me infringía dolor por todo lo que pasaba a mi alrededor, tuviera control sobre ello o no. Durante este tiempo sufrí mucho. El curarme, aprender a aceptarme, a ver las cosas con mayor desapego y a poner límites, fueron procesos muy duros durante los que sufrí y lloré muchísimo. Sin embargo, Ana me cogió de la mano y me acompañó durante todo el camino dándome las herramientas necesarias para vivir una vida buena. Si no fuera por ella, hoy no tendría la vida que tengo. A día de hoy puedo decir con completa seguridad que soy feliz, vivo una vida buena y no solo tengo las herramientas necesarias para identificar afrontar dinámicas dañinas sino que también sé como usarlas. La vida que tengo a día de hoy no sería posible sin la dedicación y al amor que puso Ana en mi caso, y por ello le estaré eternamente agradecida. Ha sido un honor ser su paciente y la recomendaré siempre a todo el que quiera mejorar como persona o salir de un agujero. Si tienes la oportunidad de trabajar con ella, aprovéchala, confía en ella y tómate en serio la terapia. Es la mejor terapeuta con la que he trabajado nunca.

Luz L.

Hace unos meses ya desde que acabé la terapia con Ana María. Me siento muy orgullosa de haberla elegido como mi psicoterapeuta y solo tengo palabras de gratitud hacia ella. Durante la terapia me sentí muy cómoda y segura. Es una gran profesional y siempre me trató con mucho respeto y amabilidad. Ana María me ayudó muchísimo los meses que trabajamos juntas y a día de hoy sigo teniendo la terapia muy presente.

Ana

Ana es una gran profesional. Trato cercano y amable. Desde el primer momento te hace sentir “en casa” y ayuda a que te abras y expreses todos tus miedos y preocupaciones casi sin darte cuenta. Te hace sentir que va de la mano contigo hasta que lo necesites y se establece una buena complicidad que ayuda mucho en la terapia. Mi experiencia con ella no ha podido ser mejor. La recomiendo completamente.

Almu M.

Fui cerca de un mes a consulta con Ana y no me ayudó en absoluto. Con lo que cobra, había veces que había hasta silencios incómodos. Como puede haber silencios con alguien que te está haciendo terapia? Se supone que te tiene que ayudar a exteriorizar todo aquello que nosotros mismos no podemos. Además, después de un mes no se sabía ni con quien vivía, confundía nombres de mis amigos y familiares… todo eso por 70 euros y ni una hora dentro. No la recomiendo

Marta B.

Ana es una gran profesional. Cuándo empecé terapia me decidí a ir con ella por las buenas reseñas que tenía. No me equivoqué. Me ha ayudado y enseñado como nadie. Muy muy recomendable. Es Humana y cariñosa.

Raúl R.

No puedo hacer más que recomendarla: « Atención ética, acogedora y profesional», es la mejor manera de describir como fue mi experiencia. La decisión de buscar ayuda profesional ha sido lo mejor que he hecho por mi en toda mi vida; haber dado con una terapeuta como Ana una gran suerte.Gracias a la terapia, y con esfuerzo, he conseguido cambiar la lente con la que me veía a mi mismo y al mundo, conocerme mejor y dejar de sufrir. He logrado ser un buen amigo para mí y para los demás, lo cual no es poco.

Gracias Ana